El restaurante, y su comedor tienen unas vistas privilegiadas que te permiten contemplar la playa de la Zurriola (justo debajo) , el Palacio del Kursal, y más a lo lejos, La Concha.
A las vistas se unen platos sorprendentes con buenísimas materias primas preparados por un cocinero llamado Rubén Trincado, al que escuchamos explicar la preparación de la mayor parte de los platos que habíamos degustado. No, no nos lo contaba a nosotros ; ) sino a la mesa de comensales que se había reunido para trabajar sobre diferentes productos en el restaurante ¡¡fue muy interesante!! ^_^
Nos encantaron los diferentes tipos de pan con un poco de aceite de oliva...
Los entrantes, entre los que había una croqueta líquida deliciosa y una especie de merengue seco, con textura de galleta, de zanahoria.
El Pulpo lo sirvieron con helado de pera y aire de pimentón. Justo después llegó uno de sus platos estrellas, El "Huevo Dorado" con su llena líquida y trufa sobre un caldo de jamón... ¡Estaba buenísimo!